Hay una fuerte teoría (y en realidad creo que es verdad absoluta) acerca de porqué las personas esperan de forma especial a lo largo del tiempo el nuevo año. Es porque en él vemos cambios, vemos esperanza, deseos y optimismo.
Creo que todos buscamos eso al finalizar un año. Realizas un balance de lo que fue tu vida, lo bueno y lo malo y luego te centras en que el siguiente será mucho mejor y te llenas de nuevas energías para cumplir el cometido. Es curioso... El año nuevo me llena de alegría y esperanza. Siempre me ha ocurrido que al terminar un año o etapa (creo que es la palabra más adecuada) no puedo evitar recordar todos los grandes momentos que marcaron esta época y por sobre todo me pregunto como pude sobrevivir a tantas cosas y estar hoy aquí escribiendo esto. Una palabra: Fe.
Mi 2010 fue definitivamente el peor año de mi vida. Fue el primero en el que hubieron tantas lágrimas, tantos sentimientos de angustia, tristeza y pena que creo que jamás podré olvidarlo. Fue un año totalmente oscuro y marcado sustancialmente por pérdidas y dolor. Cuando acabó solo pedía porque el 2011 fuera muchísimo mejor y tenía toda mi fe y mis ganas de vivir depositadas en él. Quería cambios en mi vida, quería ponerle fin a tantos malos momentos que estuvieron a punto de destruirme y recibir con un cálido abrazo a los nuevos tiempos.
Al recordar como comenzó este año no puedo evitar describirlo con dos palabras: tranquilidad y optimismo. Fue un gran comienzo, mejor que cualquier otro. Sentía que este año traía 'algo' que me revitalizaba y cuando llegó el mes de febrero simplemente me propuse a que "este sería mi año", sería aquel en donde lucharía contra todos los obstáculos que se me presentasen y lograría salir adelante sin importar qué, era una determinación total. Fue la primera vez en mi vida en la que estaba tan decidido y totalmente centrado en obtener aquello que deseaba. Todo tuvo sus frutos.
Mi 2011 fue fuertemente marcado por perdidas, muertes, desamor, traición y decepción, pero también tuvo muchísimo amor, cariño, amistad y sobre todo alegrías. Creo que todo año debe tener situaciones y emociones tanto negativas como positivas. En los momentos difíciles es donde realmente se aprende y se obtienen las lecciones, la determinación y la energía para lograr salir adelante y luchar por tu felicidad.
Sin duda alguna, agradezco por la gran familia que tengo, por mis amigos, por todos aquellos que velan por mi. Este año aprendí de los excesos, que nunca son buenos y que pueden llegar a poner en riesgo tu vida. Es una lección que jamás olvidaré. Aprendí acerca de las personas y las relaciones, uno jamás debe dar todo por sentado y creer que conoce al que esta al lado, así también debes amarte a ti mismo y seguir adelante si observas que una situación no te lleva a ningún lugar. Por último, aprendí a creer en mi y creo que esa es la enseñanza más significativa, perfecta y enriquecedora de todas. Soy capaz de lograr todo aquello que me proponga, siempre y cuando crea en mi y tenga fe en que todo así será.
Tal y como lo mencioné, este año me propuse a creer en mi y seguir adelante a pesar de las caídas y logré triunfar, logré obtener lo que quería y a pesar de que hubieron momentos en los que dudé, mi familia y amigos me dieron el aliento que necesitaba para poder seguir y triunfar.
La frase que escogí para el 2011 fue "Creer" porque simplemente a eso fue lo que se remontó este año. En los momentos más oscuros, los de tristeza y dolor solo creí... Creí que todo estaría mejor y con mucha fe pedí que así fuera y todo comenzó a cambiar a blanco. Como dije alguna vez en un lado "Creer hasta el fin y si ya no queda más... seguir creyendo. Tengo todas mis expectativas y creo firmemente que el 2011 será mi año".
Debo aceptar que este 2012 me trae mucha incertidumbre, no sé sinceramente que vaya ocurrir y no sé como me vaya ir. Pero si estoy seguro de algo, independiente de cual sea la situación, haré hasta lo imposible por salir adelante. Me pararé todas las veces que sea necesario luego de alguna caída y seguiré adelante porque
"Cuando las personas verdaderas caen en la vida, se levantan enseguida y siguen caminando".