lunes, 12 de marzo de 2012

Amor + Felicidad = Nuestro interior

Ciertamente ha pasado una semana desde que decidí comenzar con un nuevo camino. Un camino que no me ha tenido totalmente convencido ni mucho menos seguro. Pero como bien le mencionaba a un amigo el día de hoy, creo que este nuevo rumbo que he tomado ha sido porque estoy viendo que es lo mejor para mi, sin importar que sea necesariamente lo que quiero. Es difícil tomar una decisión así porque transgredes a tu corazón... Te dejas dominar por la razón, por las probabilidades, por la evidencia, por lo tangible.
Hace un tiempo atrás quería aprovechar aquella oportunidad que se me estaba entregando, quería hacerlo al máximo y en un momento comencé a crearme expectativas. No lo sé... A veces pienso que cometo un gran error al tratar de liquidar todo lo que siento, llego a dudar si realmente aquello que escogí será lo mejor y si en realidad no ocurrirá nada que me haga dudar en un futuro. Ciertamente, tengo muchísimo miedo de darme cuenta en un futuro que tuve la oportunidad de mi vida frente a mis ojos y no pude verlo.
Me da miedo pensar que todo aquello que siento hoy lo sentiré por un gran tiempo y que en un momento, si todo termina pronto (o quizás ya terminó), cuando observe y encuentre a la persona por la cual estuve así, siga sintiendo cosas. Desearía que todo fuera muchísimo más simple.
Sentía que teníamos una gran química a pesar de ser tan distintos, realmente diferentes. Creí que sería una gran ventaja, ya que eso garantizaba un sin fin de agradables momentos cargados de emociones placenteras, pero no fue así. Al parecer, que dos personas sean polos opuestos tampoco es una ventaja. "Los extremos siempre son malos".
Esta vez fue diferente, sentí una gran complicidad, una energía nueva que antes no había logrado sentir. Los momentos que viví fueron especiales, era primera vez que experimentaba determinadas instancias, no dejó de sorprenderme y fueron los causantes de encender y potenciar mis expectativas.
Tratando de desvanecer todas mis esperanzas, hasta hace unos días atrás decidí ver una película. Dicen que no hay mejor remedio para un corazón roto que hundirlo completamente, caer hasta el fondo y luego comenzar a salir. Para mi, una película ayuda al objetivo de sumergirlo hasta más no poder. Bueno, decidí ver "500 days of Summer"... El film me dejó sin palabras y prometí plasmar todo lo que me hizo sentir aquí, para poder leerlo en mis momentos de desesperación.
De una forma global pude entender que toda mi vida me he regido por el destino. Es más fácil atribuirle a él la culpa de todo aquello que ocurre y ocurrió, además, es una forma de darle sentido a todo lo que he vivido. Creo que cuando algo desafía las normas de lo que pienso y creo, paso a interpretarlo como que está todo mal y al final termino perdiendo el control.
Comprendí que muchas veces las personas llegan a tu vida de manera transitoria y no necesariamente deben permanecer más tiempo del que está presupuestado. Todos podemos cambiar de opinión de un momento a otro, de un segundo a otro y sentirnos de una manera diferente, lo cual no implica que hemos hecho algo malo que haya sido causal que todo declinara, si no que simplemente puede ocurrir sin ningún tipo de explicación. Por más que la busquemos, por más que tratemos de recordar en que nos equivocamos... Hay veces en las que no hay una razón y simplemente las cosas son. También creemos que las personas que para nuestros ojos son perfectas deben estar a toda costa a nuestro lado, pero hay algo que no nos ponemos a pensar: "¿Será realmente perfecta, pero para mi?" Creo que es uno de los mensajes más fuertes que he logrado captar. Muchas veces nos cuesta alejarnos de alguien, nos cuesta seguir nuestro camino porque creemos que la persona que está a nuestro lado es perfecta y dejarla ir sería cavar nuestra propia tumba en el amor, pero no es así. Puede que esa persona sea perfecta, pero no para nosotros. 
Solemos aferrarnos al pasado y a los buenos momentos, pero hay algo muy cierto, todos cometemos un gran error: "Solo te acuerdas de lo bueno. Cuando pienses en el pasado, recuerdalo tal cual era". Puede que en ese pasado, recordándolo tal cual era no encontremos las respuestas a todas nuestras interrogantes, pero si podremos darnos cuenta de que las cosas terminan en el momento más adecuado. Puede que hubiésemos comenzado a sentirnos mal, angustiados, hubiésemos perdido la dirección de nuestros sentimientos o incluso sentirnos incómodos de un momento a otro.
No puedo evitar recordar a Summer, la chica de espíritu libre que le costaba creer en el amor verdadero y eterno. Ella prefería vivir el momento, el presente y llevar una vida más bien sin preocupaciones. No deseaba nada serio y evitaba visualizar el futuro. Al comienzo su relación con Tom (el chico eternamente enamorado de ella que si creía en el amor verdadero, las almas gemelas y el destino) todo era asombroso, lleno de complicidad, amor, cariño y entrega. Summer dejó desde un comienzo claro que ella no buscaba tener una relación y él aceptó el trato de vivir el momento. Al pasar el tiempo Tom llegó a sentirse enamorado de Summer y fue ahí cuando todo cambió. Ella comenzó a manifestarse más fría, comenzó a cambiar de un momento a otro. Mientras él le decía que necesitaba saber que un día cualquiera ella no iba a despertar y cambiar de opinión acerca de lo que ellos tenían, Summer solo afirmaba "No puedo prometerte eso, nadie puede". El tiempo comenzó a transcurrir y al poco tiempo la relación comenzó a marchitarse, ella se volvió mucho más fría y todo conllevo a su consecuente ruptura. Luego de aquello Tom estuvo mucho tiempo tratando de averiguar, recordar, retroceder al pasado para saber que fue lo que ocurrió realmente y buscar una razón que lo dejara satisfecho para poder seguir adelante. A medida que iban transcurriendo esos días sus expectativas aún estaban ahí, seguían firmes, creyendo en que todo mejoraría y que volverían a ser ambos lo que eran antes. En un momento decisivo las expectativas quedan de lado y él enfrenta la cruda realidad. Summer se iba a casar y no era con él. 
Al tiempo se encuentra nuevamente con Summer, ya casada y tienen una charla final que termina por cerrar toda la historia. Tom le manifiesta si nunca quizo ser de nadie ni tener pareja porqué ahora estaba casada, a lo que ella responde que un día simplemente se despertó y lo supo, supo lo que jamás había sabido con él. Él le menciona que odiaba darse cuenta que todo en lo que creyó (el amor verdadero, las almas gemelas, etc.) era una mierda, a lo que Summer le menciona que no era así, que gracias a él ella ahora si creía en el destino y que se dió cuenta de que todo el tiempo él había tenido la razón, pero no respecto a ella. 
Todo termina con un "Summer, espero que realmente seas muy feliz"
Esto me llevó a entender y comprender algo: "A veces nos ilusionamos con relaciones que no funcionan, nos torturamos durante mucho tiempo pensando qué hicimos mal, o torturamos a la otra perdona echándole culpas... cuando lo más fácil es sentarnos a pensar en que si esa relación no funcionó, es porque no tenía que funcionar."
Todas las cosas ocurren por algún motivo... ¿Y qué es lo mejor que podemos hacer? Simplemente seguir en esta vida. Creo que aunque no queramos el tiempo sigue transcurriendo, las horas no se detienen y debemos buscar la forma de seguir adelante. En este mundo cuando las personas se caen, se levantan y vuelven al juego. Hay momentos en los que uno no quisiera seguir más alla. Te sientes totalmente desmotivado, harto de todo lo que ocurre a tu alrededor y te preguntas "¿Cuando llegará el momento de estar con alguien que realmente quiera arriesgarse y detenerse un momento para estar junto a mi?" Es una interrogante que no tendrá una respuesta inmediata, el tiempo que se demore en ser respondida es totalmente relativo.
Hoy solo queda resistir y seguir por uno mismo. Al final, no queda más que hacer. Puede ser que el miedo esté ahí, abrazándonos y haciéndonos pensar una infinidad de cosas, entre esas ese futuro que aún no llega y que tanto aterra, porque te hace sentir que todo acabará. Si las cosas deben terminar es porque no estaban destinadas a funcionar simplemente. Quizá lo más sensato sea pensar eso todo el tiempo y todos los momentos vividos junto a la otra persona deban ser transformados en recuerdos, solo eso. Debemos tomarnos todo el tiempo necesario y transformar eso sanamente en un recuerdo. 
Hay veces que creemos que jamás volveremos a sentir o a encontrarnos con una persona como la que estamos tratando de olvidar. Es probable que eso ocurra, pero podremos encontrar a alguien diferente que nos produzca nuevos sentimientos. 
Hoy solo creo que debemos seguir con determinación y sin flaquear, es lo mejor. Y cuando, por la noche, nos invada la melancolía, el miedo y la soledad... debemos seguir y no detenernos, resistir. Es lo único que sé que uno puede hacer. 

No dejemos que las acciones de las demás personas nos hagan sentir que nos decepcionan cuando simplemente sus actitudes no van con nuestras necesidades, "Cuando alguien nos decepciona, no significa que la otra persona haya actuado mal o bien, lo que significa es que actuó de forma tal que no nos beneficia. Sin intentar juzgar las acciones de cualquiera, que pueden ser buenas o malas, apegadas o fuera de la ley, sanas o enfermizas, cada quien actúa según su capacidad en función de la realidad que le rodea." Esa persona conforma su realidad y observa sus necesidades, las cuales pueden o no coincidir con las nuestras. Cuando nos decepcionamos de una persona significa que "estábamos esperando que algo sucediera o alguien actuara de alguna forma que satisficiera algunas de nuestras necesidades; necesidades que nosotros mismos no podemos satisfacer." Es decir, nos sentimos decepcionados porque la persona o alguna situación no ha logrado satisfacer nuestras propias carencias que no somos capaces de satisfacer nosotros mismos.
"Entonces, cuando nos sentimos decepcionados es porque alguien no ha satisfecho nuestras carencias; pero las carencias son nuestras, no de esa persona; se asoma la idea que esa persona no tiene la culpa de que traigamos a una relación nuestras carencias...
Además, las relaciones tienen que ser del tipo ganar-ganar, y muchas veces las acciones que nos satisfacen pueden no corresponder a las acciones que satisfacen las necesidades de la otra persona."
Debemos ser capaces de buscar la felicidades, la realización y una vida plena nosotros mismos. Desde adentro y reflejarla hacia el exterior, evitando que todo tome sentido desde afuera, si no que más bien desde adentro. "El punto es que comprendamos que debemos buscar dentro de nosotros, antes de buscar culpables fuera. Esa es la única forma de disfrutar en plenitud todo lo que el mundo nos da, dependiendo únicamente de la belleza que nos brinda."
Se cree que el amor está afuera y que sin él la vida no tiene el mismo sentido. Que debe pasar un tiempo para volver a sentirse pleno y feliz, pero lo cierto es que tanto el amor como la felicidad está en nuestro interior y depende de nosotros lograr proyectarla hacia afuera. Cuando ocurre algún tipo de ruptura buscamos erróneamente culpables afuera y nos olvidamos que nuestras carencias pudieron llevarnos a tener otro tipo de necesidades que no eran acordes con quien nos encontrábamos. Lo mejor es sentarse un momento y recordar que antes de cualquier tipo de relación, incluso, cuando eramos unos niños pequeños ya eramos felices y sentíamos que lo teníamos todo.
Amor y felicidad siempre han estado dentro de nosotros, solo que solemos creer que están allí afuera y que sin ellos nuestra vida carece de sentido y pensamos que no valemos la pena. No es así, cada uno de nosotros vale y depende de nosotros mismos reflejarlo.
Nadie puede ofrecernos más felicidad y amor de la que ya está en nuestro corazón - Anónimo

lunes, 5 de marzo de 2012

He vivido...

Un 14 de enero decidí embriagarme. Decidí beber todo el alcohol posible para poder olvidar, olvidar toda la pena, dolor, angustia y nostalgia que sentía. Sinceramente no podía lidiar más con todos estos sentimientos. Me sentía desvalorado, que carecía de algún tipo de importancia y relevancia. Sentía que no valía nada...
Esa noche llegue a un antro a pasar el momento, quise olvidar todo y solamente dedicarme a bailar, ¿Que más da ser feliz, por lo menos, unas 5 horas en comparación con las 24 que debía soportar todos los días? Era un lujo que me permitiría sin duda alguna.
En ese momento pasó algo increíble... Alguien llegó a mi vida y me sorprendió. Pensé que en ese momento de duelo no llegaría nadie a mi rincón y que enfrentaría sin duda esta situación yo solo. No fue así. Los días comenzaron a cargarse de cariño, amor, preocupación e ... inseguridad. No sabía que hacer, que camino tomar, pero en la medida que comenzó a pasar el tiempo me dí cuenta de una sola cosa: la persona que en ese momento estaba a mi lado merecía una oportunidad, merecía saber quien era y así fue. Comencé a abrirme a ella lentamente y demostrarle de que estaba hecho. Todo fue genial, fue algo hermoso y la verdad cada vez que recuerdo todos esos momentos llenos de complicidad, amor, ansiedad y felicidad no puedo evitar verlo con un tono de nostalgia. En un momento me sentí totalmente motivado con todo, sentía que de verdad ahora más que nunca quería vivir todo esto a concho, quería aprovecharlo, hasta que de un momento a otro las cosas comenzaron a cambiar.
Muy desde el comienzo tomé una actitud lejana porque quería evitar romperle el corazón al otro y también quería evitar que me lo rompiesen, es por ello que todo en primera instancia fue complejo, porque me encontraba con una armadura que no estaba dispuesto a quitarme tan fácil, necesitaba sentir confianza y que realmente valía la pena hacerlo. Eso ocurrió, sentí que debía despojarme de mis temores y simplemente vivir todo, vivir los grandes sentimientos que estaba experimentando y que sin duda sentía que me traerían muchísimos momentos especiales cargados de alegría.

No fue así
Es aquí donde todo toma un sentido extraño. Cuando conoces a alguien que de alguna forma te roba la atención tienes dos opciones... Volverte esquivo o caer de inmediato a sus pies. Yo muchas veces caía de inmediato a los pies de la otra persona y después de muchos golpes y lecciones me di cuenta de que eso no podía ser. Fue por eso que en esta nueva situación opté por un camino diferente... Volverme esquivo de una determinada manera, no porque no me gustara la otra persona, si no porque estas tratando de que no te lastimen, estas evitando ahorrarle sufrimiento a tu corazón.
Pasó que de un momento a otro las cosas cambiaron y los papeles se invirtieron. Creo que es algo que nunca sabré porque ocurrió, pero lo que si puedo decir es que ciertamente llegó un momento en el que me dejé llevar y otra vez más vi que lo que estaba viviendo era todo lo que deseaba en ese instante. Sentí que ahora esperaba muchas cosas, que veía hacía el futuro y que sin duda alguna, esperaba que mis expectativas fueran cumplidas totalmente.

Realidad
Aquello no se cumplió, mis expectativas fueron poco a poco destruyéndose, no sé porque ocurrió ni tampoco me percaté cuando todo comenzó a pasar. Solo me vi envuelto de un momento a otro en todo eso y luego no supe como evitarlo. Era demasiado tarde, el daño comenzaba a sembrase de a poco en mi interior. Lo cierto es que todo había comenzado a acabar y yo evitaba verlo, evitaba darme cuenta de aquello y traté aún así de salvar todo mientras fuera posible, mientras divisara una supuesta señal.


Decepción
Estos últimos días he leído mucho acerca del desamor. En cierta forma me considero una persona masoquista, pero por otro lado también me considero un luchador.
Mi vida amorosa no ha sido lo mejor, de hecho está en ese término medio, en el que sabes que no es mala, pero tampoco es buena. Nunca he vivido una relación como tal con alguna persona en particular, sino que son seres que llegan en un momento determinado y también se van en un momento preciso, no permanecen más tiempo del que deben. Mi gran error es creer que cada vez que llegan a mi permanecerán más tiempo, incluso muchísimo más del que yo lo tenía planificado. Creo que a eso se le llama "expectativas".
Esta última vez pensé que sería distinto (como todas las demás), pero con un tono especial. No lo sé, sentí que estaba preparado en un momento para dar todo aquello que soy y compartirlo con alguien más. Esperaba y me había hecho ilusiones de que sería algo recíproco y que al fin pasaría grandes momentos con esa persona, esos anhelados momentos de estar acostados un fin de semana viendo TV o solamente estar ahí, mirándonos uno al otro sin nada más que decir, entregándonos infinitas caricias. No fue más que un sueño y creo que vi todo de una forma totalmente diferente a lo que era, observé todo esto como una relación cuando no lo era, cuando solamente era una etapa de "estarnos conociendo". Los papeles se invirtieron y hoy soy yo quien no podía dejar ir esto.

¡Que mala consejera es la esperanza!
En su libro "Los límites del amor", Walter Riso dice algo muy cierto "¿Por qué seguimos en una relación insana, a sabiendas de que no nos aman? Esperar a que te quieran puede ser una de las experiencias más humillantes y tristes: "Ya  no me abraza, ya no se preocupa por mí" o "Nunca me he sentido realmente amada o amado". ¿Qué esperas, entonces? Mendigar amor es la peor de las indigencias, porque lo que está en juego es tu persona, y si el otro, el que está por "encima" acepta dar limosnas, no te merece.
¿Quién tiene el poder en una relación? No es el más fuerte, ni el que tiene más dinero, es el que necesita menos al otro. Si tu pareja puede prescindir de ti mucho más fácil de lo que tú puedes prescindir de él o ella, hay que equilibrar la cuestión. Una persona honesta jamás estaría con alguien a quien no ama para aprovecharse de ciertos beneficios, llámese comodidad, dinero, compañía, etcétera.
Si no te quieren, no es negociable. ¿Qué vas negociar, qué acuerdos vas a. proponer si no hay sentimiento, ni ganas ni deseo? ¡Que mala consejera puede ser a veces la esperanza! 
En ocasiones, la crudeza de la realidad o la más dolorosa desesperanza nos quita la carga de un futuro inconveniente. Si bajara un ángel y te dijera que tu pareja nunca podrá amarte de verdad, por lo menos como te gustaría, ¿seguirías manteniendo la relación? ¿Qué harías? Para mi es claro que si alguien titubea o duda de que me ama, no me ama. "Dame un tiempo", "Déjame pensarlo" o "No estoy seguro": excusas o mentiras.
Si es evidente que no te quieren y sigues allí a la espera de la resurrección amorosa, dispuesta o dispuesto a responder a cualquier insinuación, te extralimitaste: estás del otro lado. Y si tú sensación de insatisfacción afectiva persiste a pesar de tus justos redamos, ya tienes resuelto el problema. No hay dudas: no te aman, y alguien tiene que irse."
Creo que aquello no me pudo hacer más sentido. Últimamente había sentido eso... ¿Que caso tiene negociar algo en donde no hay interés ni deseos de enmendarlo? Siento que he llegado a ese punto en donde estoy mendigando amor y pidiéndole al otro desesperadamente que me entregue una limosna para sentir por lo menos parte de lo que sentía antes. Pero hasta ahí sentí algo, una angustia incontrolable y que en estos momentos me sigue invadiendo. Es ahora cuando pienso... He caído realmente bajo, he buscado por cielo, mar y tierra al otro para saber que es lo que ocurre y aún  así no he tenido respuesta, eso me ha hecho sentir que mis principios han sido vulnerados.
¿Qué estamos dispuestos a negociar por amor? Hay cosas en las que no podemos ceder, simplemente porque si  lo hacemos, nos traicionaríamos a nosotros mismos. "Existe un acuerdo implícito en la mayoría de los pensadores sobre el tema de los valores: el límite de lo negociable  es la dignidad personal, es decir, la opción de ser valorado, honrado y respetado. 
La dignidad tiene que ver con  la autonomía y la autodeterminación. Sentirse digno es aceptar que uno es merecedor de respeto. La dignidad es lo que se resiste a la humillación, a la auto-condena y a la condena injusta. Es el valor de lo que no tiene precio: ¿cuánto vales?"
¿Cómo saber cuándo alguien afecta tu dignidad? Suele ser evidente para quien se auto-observa. Lo que sientes es ira, pero no la rabia del animal cuando le quitan el alimento o lo atacan, sino  indignación,  la cual puede definirse como cólera ante la injusticia. Cuando la indignación tiene lugar, sentimos que se ha violado lo entrañable y que los intereses más íntimos y radicales han sido maltratados."
Estos días he sentido que mi dignidad ha sido afectada. ¿Cuan bajo se debe caer para que alguien nos preste atención?, ¿Cuan sano es buscar y buscar a alguien por todo lugar, a través de todos los medios posibles y que a pesar de ello nos ignore?, ¿Qué estamos haciéndonos?, ¿Por qué nos herimos de esa forma? Creo que el tema va por el lado del amor propio, de la autoestima. No nos valoramos (y en efecto creo que no me he valorado) lo suficiente como para llegar a un punto de no querer mendigar más.
"La premisa es conservar tu ser moral y negarte a ser objeto. Y un buen comienzo para ello es aceptar que el otro no es más que tú, ni más valioso, al menos en lo que se refiere a la posibilidad de recibir consideración y respeto.

Los seres humanos somos iguales en derecho, somos iguales en dignidad, a pesar del culto a la entrega y al sacrificio por amor. Por eso, cuando negocias tus principios y tus creencias fundamentales, así lo hagas por amor a la persona que está a tu lado, niegas tu condición y dejas de quererte a ti mismo."
Sin quererlo creo que he llegado a querer irracionalmente, he pasado el límite de lo que es sano y quizás para alguien externo imparcial no pueda ser percibido, pero en mi interior si. El autoengaño y la ignorancia funcionan de manera similar y logran confundir.
"A veces estamos tan embotados, tan acostumbrados al sufrimiento que no nos damos cuenta. Cuando esto ocurre, el dolor funciona como las termitas: por fuera, la casa luce como nueva, pero mientras tanto sus cimientos están siendo carcomidos lentamente."
Continuando con Walter Riso, él menciona lo siguiente: "Si por amor pasaste el límite de lo aceptable, seguramente cada nuevo día se siente como un bajón. Hay un sinsabor permanente que te va matando la alegría. A este respecto, Blaise Pascal estaba en lo cierto cuando decía: "El corazón tiene sus razones que la razón no conoce". Échale un vistazo a las razones de la mente y crúzalas con las del corazón. Es sorprendente cómo podemos insensibilizarlos al dolor y el aburrimiento." Mas claro no puede ser. Siento que he atravesado el límite y he llegado a lo que el menciona, viviendo un amor totalmente irracional, lleno de desamor propio, de no preocuparme por mi y no mirar hacia mi alrededor, mi verdadera situación.
"Cuando cruzamos los límites de la autoestima, una sensación de falta de completitud, de vacío y encierro vital hace su aparición. Sin embargo, aunque la evidencia de estas sensaciones es contundente, la mente duda y se acobarda. Un combate entre la razón y la emoción tiene lugar: "Pero no todo es malo... Hemos tenido momentos buenos...". Y la confusión alimenta la más cruel de  las esperanzas: la posibilidad de que si "el amor todo  lo puede", ojala esta vez sí pueda. Y allí nos quedamos, semanas, meses o años, a la espera de un sueño que nunca se realiza.
¿Por qué nos  hacemos eso? Seguir creyendo en que todo tendrá un buen final... La esperanza sin duda es una gran traicionera, nos hace dudar en los peores momentos y alimenta deseos y expectativas infundadas frente a lo evidente que no puede ser negado. Hoy por hoy creo que es mejor dejar de creer.

¿Y que hacer de ahora en adelante?
Creo que este es uno de los puntos que más me costará terminar porque sinceramente, a pesar de que muchos conocemos las típicas formas de sacar a alguien de nuestra vida, en la práctica resulta ser más complejo. Pero sin embargo después de leer todo lo anterior me es un poco más fácil sacar mis propias conclusiones.
Primero, cabe recalcar que hay algo que me parece interesante y que es el "Principio de la racionalidad responsable" el que dice que "No eres una máquina afectiva que devora amor, aunque quisieras. El pensamiento racional hará que no te comportes como una persona adicta y desesperada por sentir. Para sentir bien, hay que pensar bien. El afecto no aparece en un vacío informacional sino que en él intervienen tus creencias, tu sistema devalores, tu filosofía de vida y tus actitudes. Nunca eres "puro amor". Racionalidad responsable implica utilizar la razón de manera moderada e inteligente, sin reprimir, pero también sin soltar totalmente el corazón."
Yo actualmente he sentido aquello... Siento que el afecto que sentía y que estaba entregando se estaba dando en un vacío. ¿Qué quiero decir con eso? No había reciprocidad, era solo de mi parte y no estaba recibiendo absolutamente nada a cambio. Entonces, ¿Por qué seguir sintiendo cariño hacia alguien que no me está entregando lo mismo?, ¿Qué sigue frenandote? Creo que es eso que he estado hablando todo este tiempo.. La esperanza, tan mal consejera.
Creo que cuando una persona no te quiere en su vida se puede apreciar de inmediato. Se vuelve fría, te ignora y se deja de preocupar por ti. Eso es lo que me ocurre hoy y no puedo evitar preguntarme, ¿Por qué hemos llegado a este punto?, ¿Qué salió mal? Hoy estoy un poco más convencido de que lo mejor es seguir adelante, de no quedarme estancado y no creer en la esperanza que aún siento, porque sé que solo me traerá mas decepciones.
Hoy cuando desperté con esta tremenda angustia, al momento pensé algo.. Recuerdo un mensaje que me había llegado hace un tiempo atrás de la persona que hoy ya no está conmigo y que decía algo como "...Te observaba y apreciaba lo lindo que eres". Sin duda hoy recuerdo eso y me digo: "No valgo menos que los demás, no soy menos que él, soy igual". Y ahora que la melancolía me ha tomado nuevamente es algo que trato de grabarme una y otra vez. Mi baja autoestima me obstaculiza, no me deja ver que a pesar de todo yo también soy importante, soy una buena persona en muchos sentidos y que merece ser feliz y no sufrir la indiferencia. 
Espero que la vida traiga en algún momento mejores momentos a mi vida. Por ahora solo quiero estar tranquilo, quiero centrarme en mi. Es lo más apropiado. 
En estos momentos solo debo preocuparme de resistir. "Cuando la noche no te deje en paz, cuando abras el baúl de los recuerdos y te sientas triste, herido, decepcionado, cuando tengas miedo del silencio, cuando se apoderen los recuerdo, resiste. Resiste para seguir viviendo, y aunque los sueños se te rompan en pedazos resiste. Cuando tu enemigo seas tú, cuando no reconozcas ni tu voz, resiste. Cuando alguna vez te falte esa persona, cuando te amenace la locura, resiste".
¿Cuántas veces más tenemos que relacionarnos para encontrar a alguien que busque exactamente lo mismo…querer estar y compartir, afrontar las situaciones y vivir en pareja?
Muchas veces no logramos darnos cuenta, pero creo que el amor vive dentro de nosotros mismos y así también somos quienes tenemos la opción de volver a sentir y en efecto así será, aunque no lo creamos. Solo debe llegar el momento y esa persona que deseará exactamente lo mismo que nosotros y compartamos el mismo significado de amor. 
"Mientras se espera vivir la vida pasa" - Séneca