La privacidad... Una palabra que en tiempos modernos parece no tener un significado aparente y real.
Hay momentos no tan precisos en nuestra vida en los que hemos deseado más de alguna vez optar por no decir aquello que pensamos, creemos y sobre todo... sentimos. Yo, en tanto, atravieso por aquello. Muchas veces traté de dejar fluir mis emociones, sentimientos, sueños y espectativas y hoy creo que es mejor callarlas y reservarmelas para mi mismo, ¿Porqué? No hay una razón en particular, simplemente siento la necesidad de querer estar junto a mi y nadie más. Al parecer aquella necesidad de escuchar una voz, tener un hombro en el cual apoyarme y tener a alguien que pueda escucharme ya no es un panorama relevante y necesario. He pasado (y creo que la mayoría de nosotros) por momentos en que he necesitado decir todo aquello que pienso y lo que he llegado a sentir, pero muy pocas veces he logrado expresarlo por diversas situaciones y circunstancias.
Hoy todo ha cambiado y me he vuelto alguien más autovalente. He respirado, exhalado... y he logrado que mis ojos lo vean todo muy claro, he visto la realidad, esa que es realmente cruda y que todos en algún momento veremos. Cuando me percato de que el dolor se acerca simplemente me enfoco en no querer sentirlo, ¿que bien puede traerme? Lo mejor es sentirlo cuando sales del avismo, de ese oscuro y negro pozo sin fin, asegurándote que al estar fuera de él las posibilidades para volver a entrar son practicamente nulas.
En el pasado intenté volar y me sentí muy pequeño e indefenso... Quizá el necesitar, el querer estar con alguien nos hace un poco más debiles, nos hace volvernos mucho más vulnerables en ocasiones y el tiempo nos recuerda de vez en cuando quienes realmente fuimos y quienes somos muy dentro de nosotros: ¿Seres temerosos?, ¿Bendecidos con un gran corazón que tiene amor infinito para entregar?, ¿Atemorizados corazones?... Preguntas que poseen una respuesta diferente en cada uno de nosotros, todo según nuestras experiencias. Quienes hayan seguido solitarios transitando por los interminables pasillos de la vida y que, ilusos, imaginan no seguir solos, llevan un corazón solitario y sobre todo con enternas cicatrices que les recordará por toda su existencia quienes fueron, quienes son y quienes serán.
No hay manera de borrar las huellas que hemos dejado en este corto camino, pero podemos construir nuevos senderos que nos lleven a mejorar.
Hoy no he encontrado mi dirección. Sin embargo, creo que cada emoción contenida, cada pensamiento que no se expresa y cada pensamiento latente dentro de mi me acerca a un nuevo lugar. A veces, darte un tiempo para ti mismo sin expresar hacia los demás lo que anhelas, piensas y deseas es simbolo de crecimiento interno. Tratas de comprender y aprender a vivir contigo mismo.
Puede ser un poco "egocentrico", pero muchas veces la soledad te ayuda a abrir los ojos, darte cuenta que al final solo te tienes a ti mismo, has llegado a este mundo solo y te irás solo. Quienes lleguen a nuestra vida en algún momento nos aportan grandes experiencias, sentimientos y nuevas emociones, pero nada es eterno. Habrá un momento en el que habrá que seguir adelante. Ha llegado mi momento, sin menciones, sin más palabras necesito seguir adelante, mirar y ver quien realmente fui, soy y seré...